jueves, 12 de febrero de 2015

Tarde de Carnaval




Todo el colegio se prepara en este día especial para mostrar sus disfraces. 

Este año los profesores seremos los más pequeños e iremos acompañados del instrumental reglamentario: lápices, gomas y sacapuntas, para que no quede punta alguna por sacar.



Todas muy disciplinadas.


Nuestra directora nos apunta con el lápiz. Con perdón. No está muy bien visto apuntar y mucho menos señalar. Buscaremos a la calculadora que cerca de aquí estará.  ¡Anaaaa! Nuestra secretaria con su típico y auténtico disfraz de calculadora.




¡Qué colorido de grupo!




Todos deseando que llegara este día para lucir nuestros mejores disfraces, y llegó.



Caballeros, hadas, ninjas, templarios, vaqueros y Robin Hood.



Los caballeros con los ninjas en acción.


Trasportándonos a otras épocas.



Las damas sonrientes y más prudentes posan para la ocasión.



Nuestras profes nos visitan. ¡ Qué guapa está Loli tan chiquita!

Preparando ya el desfile.




Un tanto preocupas pero no es nada, pues estáis de maravilla.



Me rodean unas osadas vaqueras llegadas del lejano oeste.



Estas caras un poco suspicaces. ¡Alegrad la mirada que estamos en carnaval! 



Dos amigas posando para la ocasión. ¡Qué felices se las ve!







 Sin duda este es un gran día para ellos.





Y seguimos con los dúos ¡Qué alegría! y eso que afuera no podemos ir.

La lluvia no nos  aguará  la fiesta.


Optimismo no nos falta.

Otro tanto de ilusión.



Se nos queda chico el escenario. Con un poco de suerte saldremos a divertirnos.



¡Atención se nos ha infiltrado un piloto! Buscando anda a su Ferrari. 
Parece un deportista de hélite.
Desconocemos su identidad.
Para más pistas aquí la tienen.


 Ni ella misma se reconoce.


Rescatado de una serie  de dibujos animados Finn y Jake. ¡Maravilla de adaptación!



Esta es  la improvisada pasarela para este acuoso carnaval. Nuestro pasillo.




Nos lo tomamos con humor esta demorada espera.




Sin duda dotes de artista hay.


¡Que no decaiga la ilusión!


Luciendo unas sonrisas de las más bonitas.


Nos avisan que el cielo ha dado una tregua y podemos salir unos breves minutos al patio y ver al resto de compañeros lucir sus galas carnavalescas.


La pista es un espejo donde poder contemplarnos.


























Las pinceladas de color de nuestros disfraces dan luminosidad a esta lluviosa tarde.


Volvemos a entrar a clase y votar a nuestros mejores disfraces  y con sus menos y sus más resultaron elegidos por voluntad popular los compañeros : Nerea  y David. 
























¡Adios!

Hasta otro carnaval. Deseamos que todos lo disfrutéis. 

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